martes, 2 de marzo de 2010

Autoenunciado

El objetivo del curso es demostrar y dejar patente que el ruido, el sonido, el silencio… son elementos que de manera inconsciente influyen en nuestra manera de vivir y sentir la ciudad; nos afecta directamente a nuestro estado de ánimo, a la manera de relacionarnos con los demás e incluso a la propia salud personal; y que, por otra parte, es posible modificarlo y mejorarlo.

Alicante, como todas las ciudades en los últimos años, ha visto como su índice de contaminación ha aumentado a pasos agigantados debido al tipo de sociedad al que estamos tendiendo. Cada vez con más importancia, se está intentando combatir este problema desde diferentes frentes: contaminación lumínica, de residuos, uso de energías renovables, etc. Sin embargo, hay una contaminación que nos afecta aún más directamente que las demás y a la que no se le está dando la importancia que debería. Es posible que este hecho suceda porque no es una contaminación que se acumule a lo largo del tiempo. Sin embargo, cada vez más a menudo, hay ciudadanos que ven como este factor influye en sus vidas de manera negativa llegando incluso a influir en la salud de los ciudadanos que día a día combaten con ruidos estrepitosos y desagradables que forman parte de las ciudades tal y como están planteadas hoy en día.

La propuesta iría por el camino de plantearse esta pregunta: ¿Cómo serían nuestras ciudades si nos planteamos el problema de la sostenibilidad acústica desde el mismo comienzo de planeamiento urbano y llegando hasta la propia generación del espacio público, de la vivienda y de la relación entre ambos? ¿Es posible mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, los lugares por los que se mueven en la ciudad con este gesto? A lo largo del curso intentaré plantear que modificaciones aplicaría a la ciudad de Alicante teniendo en cuenta el parámetro ruido como principal componente para generar el proyecto.