domingo, 17 de enero de 2010

identidad sonora

En un momento en el que la ciudad y el diseño urbano se encuentran dominados por condicionantes comerciales y de consumo superficial es difícil encontrar un diseño urbano proyectado hacia los sentidos de modo que desde el diseño y la planificación urbana se promueva una auténtica relación entre la gente y la ciudad.
Una ciudad sensible es una ciudad que no se conciba sólo en términos de funcionalidad, tratando de dar respuesta a preguntas cómo ¿Qué es lo que permite privilegiar la dimensión sensible y considerarla como una componente pertinente de la ciudad contemporánea? ¿Cómo el espacio urbano actual puede ser capaz de congregar los diferentes sentidos?
El análisis arquitectónico y urbanístico se viene rigiendo casi exclusivamente por planteamientos visuales, a pesar de que nuestra percepción del medio, como la de otras especies, es multisensorial.
Las escasas investigaciones (Southworth, 1969; Amphoux, 1991; Carles 1999) que han analizado el sonido desde una perspectiva integral, han comprobado cómo el sonido puede contribuir al enriquecimiento y sentido de los diferentes lugares en los que el hombre desarrolla su vida.
Cada ciudad posee unas situaciones sonoras representativas en la percepción del ciudadano determinando una manera de vivir la ciudad. Con este planteamiento se parte de la consideración de que la ciudad no es sólo ruido sino que en cualquier espacio urbano podemos encontrar lugares con un clima sonoro agradable, apreciado por la población.
Con ello se trataría de desarrollar nuevas estrategias de gestión del medio ambiente sonoro pasando de actitudes defensivas a actitudes ofensivas.
El sonido puede cumplir diferentes funciones informativas, estéticas, emocionales. Una de ellas es la de contribuir a determinar la identidad de un objeto, producto, lugar, incluso ciudad.
La identidad sonora de una ciudad depende de innumerables apreciaciones individuales, la mayoría de las veces ocultas en una memoria profunda e inconsciente.
El análisis del medio ambiente sonoro debe integrar diferentes dimensiones. Junto a las variables acústicas deben incorporarse nuevas dimensiones, fundamentalmente la dimensión espacial (organización y diseño del espacio), la dimensión social (reglas sociales y modos de vida) y la dimensión cultural (criterios estéticos, culturales...).
Jose Luis Palmes y Cristina Palmese

No hay comentarios:

Publicar un comentario